lunes, 1 de agosto de 2011

EL ARCHIVO

El pasado viernes estaba viendo en los informativos un reportaje de las luces y las sombras del todavía presidente de la nación española. En un momento determinado, ¡saltó mi indignación!. Es verdad, así se recordaba aquel episodio lamentable  del desmantelamiento del Archivo de la Guerra Civil Española  en Salamanca. Esa indignación era fruto de mi recuerdo por la Facultad de Geografía e Historia en la Universidad de La Laguna por aquellas fechas. Lo cierto es que la mayoría de los docentes de este centro no veían con buenos ojos ese desmembramiento del Archivo y daban su opinión contraria en pequeños círculos, recordando la cantidad de documentos de las Islas que se encontraban en el Archivo Histórico Nacional (sección Órdenes Religiosas). Sin embargo, esta Facultad, al igual que resto de facultades del territorio nacional, no hicieron nada ante esa acción; mientras que en privado detestaban esta actuación, argumentando la defensa de la unidad documental de los archivos. Facilita mucho la labor de los investigadores el tener todos los papeles en un archivo, aunque no lo recuerden.
Es triste y peligroso conocer a determinados intelectuales que sacrifican el rigor científico por el sectarismo ideológico. ¿Era difícil elaborar un pequeño documento criticando esta actuación? Lo digo por comparar esa actuación con la mostrada en la II Guerra de Irak.

miércoles, 2 de febrero de 2011

ESO DE LA MEMORIA HISTÓRICA

¡Hola amigos! No están cansados de escuchar algunas estupideces bajo el paraguas de eso que han venido a llamar memoria histórica. Todos podemos hacer memoria histórica pero la oficial del Gobierno de España y sus grupos mediáticos a fines, es mostrar a los republicanos como las víctimas de la Guerra Civil Española. Eso es un error ya que en una guerra los dos bandos cometen atrocidades, de lo contrario, no sería una guerra y sí un genocidio. 
Por ello desde aquí pido el final de las ayudas públicas a este tipo de iniciativas, debido a que su única finalidad es dividir a la sociedad española por unos acontecimientos que ocurrieron hace más de siete décadas. No al despilfarro de los fondos públicos para beneficiar ideologías caducas y decimonónicas. 
Una reflexión más, las leyes están para cohesionar y hacer más sólida una sociedad, no para dividirla, cuestionarla o humillarla.

SÍ A LA DEROGACIÓN DE LA LEY DE LA MEMORIA HISTÓRICA